CENTRO DE CUZCO
PLAZA DE ARMAS
En tiempos de los incas, esta plaza, llamada Huacaypata o
Aucaypata, era el corazón de la capital. Hoy es el centro neurálgico de la
ciudad moderna. Suelen ondear las banderas: la rojiblanca peruana y la
multicolor del Tahuantinsuyo, que representa las cuatro regiones del Imperio
Inca, aunque suele confundirse con el estandarte gay.
Los soportales coloniales rodena la plaza que antaño era
el doble de grande, pues comprendía la actual plaza Regocijo. En su lado
nororiental se alza la imponente catedral, precedida por un largo tramo de
escaleras y flanqueada por las iglesias de Jesús María y El triunfo. En el lado sureste esta la
iglesia Compañía de Jesús, que destaca por su ornamentación. El tranquilo
callejón peatonal de Loreto, con sus muros Incas, es una vía histórica de
acceso de la plaza.
Merece la pena visitar al menos dos veces, de día y de
noche, pues cuando se ilumina cambia por
completo.
CATEDRAL DE CUSCO
(Plaza de Armas; entrada 25 soles o con boleto religioso;
hora: 10.00-17.45) construida sobre el palacio de Viracocha Inca, se utilizaron
bloques de piedra robados del cercano yacimiento de Sacsayhuamán. Iniciada en
1559, tardaron casi un siglo en erigirla. A su derecha se le une la Iglesia de
Triunfo (1536) y a su izquierda se alza la iglesia de Jesús María (1733).
El triunfo, la iglesia más antigua de Cusco, alberga una
bóveda con restos del famoso cronista Inca Garcilaso de la Vega, que nació en
Cusco en 1539 y murió en córdoba (España), en 1616. El rey Juan Carlos I
devolvió su resto a la ciudad en 1978.
La catedral es uno de los mayores exponentes de arte
colonial de Cusco, sobre todo de obras de la escuela cusqueña, célebre por su
combinación de los estilos pictóricos religiosos europeos del S. XXVII y la iconografía
de los artistas indígenas andinos. Un ejemplo clásico de ello es el retrato de
la Virgen María luciendo una falda en forma de montaña, con un rio que recorre
el dobladillo. Dicho retrato identifica con la pacha mama (“la madre tierra”).
Uno de los cuadros más famosos de la escuela cusqueña es
la última cena de artista quechua Marcos Zapata. Situada en el ángulo noreste
del templo, representa una de las escenas más solemnes de la fe cristiana, pero
adornado con un pequeño banquete de pitanzas andinas ceremoniales; el rollizo
cuy asado, boca arriba, acapara la atención.
Merece la pena ver también el cuadro más antiguo del
Cusco, que muestra la ciudad durante el terremoto de 1650. Los cusqueños
desfilan entorno a la plaza con
crucifijo, llamado también el señor de los Temblores, aun puede verse en la
hornacina a la derecha de la puerta que
da a Triunfo. Todos los años en lunes Santo se lleva en procesión y los
fieles les arrojan flores de ñucchu, que como gotas de sangre recuerdan las
heridas de Cristo. Las flores dejan una resina pegajosa que atrapa el humo de
los cirios votivos encendidos al pie de la estatua; por eso hoy el cristo es
negro. Se dice que bajo el faldón es un blanco inmaculado.
La sacristía está llena de cuadros de los obispos de Cusco,
entre ellos el de Vicente Valverde, el fraile que acompaño a Pizarro en la
conquista. La crucifixión, al fondo de la sacristía, se atribuye al pintor
flamenco Antón Van Dyck. Aunque según ciertos guías es obra del español del S.
XVII Alonso Cano. El altar de madera original esta al fondo de la catedral,
tras el altar de plata, y frente a ambos se halla el magnífico coro tallado,
que data del S. XVII. También hay capillas laterales con oro y plata e
historiados altares y plataformas que contrastan con la austera mampostería del
templo.
Las enormes
puertas están abiertas a los fieles de 6.00 a 10.00. Las festividades
religiosas brindan una ocasión única para visitarla. Por ejemplo, durante la
fiesta del corpus Christi se llena de imponentes estatuas de santos y miles de
velas, con bandas de músicas andinas.
IGLESIA DE LA COMPAÑÍA DE JESUS
(Plaza de Armas; entrada 15 soles o con boleto
religiosos; hora 9.00-11.30 y 13.00-17.30) se construyó en el palacio de Huayna
Capac, el ultimo inca que gobernó un imperio unido e invicto.
Erigida, por los jesuitas en 1571, fue reconstruida tras
el terremoto de 1650. Los jesuitas pretendían que fuera a iglesia más
presuntuosa de Cusco. Pero el arzobispo apunto que su esplendor no podía hacer
sombra a la catedral. La disputa llego a tal punto que el papa Pablo III tuvo
que mediar y decidió en favor de la catedral. Sin embargo, cuando su sentencia
llego a Cusco, la Compañía de Jesús ya estaba casi terminada, y lucía una
increíble fachada barroca y el mayor altar del Perú, todo ello coronada por una
elevada cúpula.
Dos grande lienzos cerca de la puerta principal muestran
las primeras bodas cusqueñas, y merece
la pena admirarlos por su riqueza de detalle de la época. Varios estudiantes
hacen guías locales y muestran la iglesia y la espectacular vista desde el coro
en la segunda planta, a la que se accede por unas viejas escaleras. Se
agradecen las propinas.
CHOCO MUSEO
(telf. 244765; calle Garcilaso 210; hora: 10.30-18.30)
los aromas del burbujeante chocolate cautivan nada más entrar. Aunque el museo
es bastante soso, lo mejor de esta iniciativa de propiedad francesa son los
talleres para elaborar chocolate ecológico (70 soles/persona). Otro aliciente
es la fondue o una taza de chocolate
caliente de comercio justo. Se organizan circuitos de Santa María. Apto para
niños.
MUSEO DE PLANTAS SAGRADAS,
MAGICAS Y MEDICINALES
(telf. 22-2214; calle Santa Teresa 351; entrada 15 soles; hora: 10.00-19.00
lu-sa, 12.000-18.00 do). En este fascinante museo nuevo se explora, hoja a hoja,
la historia y los usos de las plantas medicinales, sagradas y alucinógenas de
Perú. Destacan las exposiciones sobre la biopiratería, los 8000 años de cultivo
de la coca y las alucinantes imágenes de varias capas que simulan la
experiencia de la ayahuasca. Hay una tienda de regalos con productos naturales
de calidad y una loada cafetería e un patio privado en la planta superior.
MUSEO DE ARTE PRECOLOMBINO
(telf. 23-3210; plazoleta Nazarenas 231; entrada 22 soles;
hora 9.00-22.0) ocupa una mansión colonial española con un pato de ceremonias
inca y , gracias a un excelente comisariado, recoge una colección variada
aunque pequeña de piezas arqueológicas procedentes de los almacenes del museo
Larco de Lima. Las piezas, que datan entre 1250 a.C. y 1532 d.C., muestran
diferentes logros artísticos y culturales peruanas antiguas con textos
explicativos.
Entre las más destacadas se encuentran las galerías de
cerámica multicolor Nazca y Mochica, os queros (vasos de madera ceremoniales
Incas) y deslumbrantes e historiadas joyas de oro.
MUSEO INCA
(telf. 23-7380, tucumana con ataúd; entrada 10 soles;
hora: 8.00-18.00 lu-vi, 9.00-16.00 sa) situada a una cuadra empinada al noreste
de la Plaza de Armas, este encantador y modesto museo es el mejor si interesa
la cultura incaica. En el interior, restaura dado, se acumula una excelente
variedad de piezas de orfebrería y metal,
joyas, tejidos, momias, maquetas y la mayor colección de queros del
mundo. La información interpretativa es excelente.
El edificio que lo alberga esta descansa sobre cimientos
incas y se conoce como la casa del almirante, en honor a su propietario, el
almirante Francisco Aldrete Maldonado. Muy afectado por el terremoto de 1650,
fue reconstruido por Pedro Peralta de los Ríos conde de laguna, cuyo emblema se
halla encima del porche. En 1950 sufrió
los daños de otro terremoto, pero hoy está totalmente restaurado y ha recobrado
suposición entre las casas coloniales más bellas de Cusco. Obsérvese su enorme
escalera y sus dos esculturas de criaturas míticas, y la columna de la ventana
esquinera que desde dentro parece la figura de un hombre barbado y desde fuera
una mujer desnuda. Los techos están profusamente ornamentados, y las ventanas
brindan buenas vistas de la Plaza de Armas.
Abajo, en el soleado patio, las tejedoras del altiplano
andino exhiben su arte y venden telas tradicionales.
MUSEO DE HISTORIA NATURAL
(Plaza de Armas; entrada 2 soles; hora: 9.00-17.00 lu-vi)
gestionado por la universidad, alberga una variopinta colección de animales de
la zona y aves disecados y más de 150 serpientes del Amazonas. La entrada está
en una bocacalle de la Plaza de Armas, a la derecha de la iglesia de la
Compañía de Jesús.
IGLESIA Y MONASTERIO DE SANTA
CATALINA
(Plano p.200; Arequipa s/n; entrada 8 soles; hora:
8.30-17.30 lu-sa) el templo atesora muchas pinturas coloniales de la escuela
cusqueña, así como una impresionante colección de vestiduras y otros elaborados
bordados. En la capilla barroca adyacente se observan espectaculares frisos y
muchas figuras a tamaño real (algunas alarmantes) de monjas rezando, cosiendo o
dedicándose a sus cosas. En el convento viven 13 monjas de clausura de carne y
hueso.
(telf. 24-1416;
teatro 344; hora: 10.00-13.00 y 14.00-17.00 lu-vi) más bien se trata de una
exposición de arte y artesanía, ya que es el fascinante resultado de una ONG
que pretende dar una oportunidad de desarrollo cognitivo a niños de comunidades
lejanas. Como las poblaciones más aisladas y olvidadas ejercen también como
guardianas de la cultura andina. Los niños pintan lo que conocen animales,
montañas, ríos, personas, e incorporan los símbolos de los telares que los
rodean desde que nacieron: el norte es esperanza y futuro, el rojo es amor y venganza.
Y es que, junto con el propio arte, hay una impresionante muestra de telas. La
información que acompaña las piezas su simbología con detalle convierte al
museo en vista obligada de los amantes del arte textil.
TEMPLO Y CONVENTO DE LA MERCED
(telf. 23-1821; mantas 121; entrada 6 soles; Hora:
8.00-12.00 y 14.00-17.00 lu-vi) la tercera iglesia colonial más importante de
Cusco fue destruida por el terremoto de 1650, pero pronto se reconstruyo. A su
izquierda, al fondo de un pequeño patio, se halla la entrada al monasterio y el
museo. Los cuadros sobre la vida de San Pedro Nolasco, que fundo la orden de la
Merced en Barcelona en 1218, cuelgan de las paredes de su hermoso claustro
colonial.
La iglesia en sí, situada en el extremo más alejado de
claustro (hora:8.00-11.00), contiene las tumbas de dos de las conquistadores
más famosos: Diego de Almagro y Gonzalo Pizarro (hermano de Francisco). Esta
parte del claustro alberga asimismo un museo religioso que guarda vestiduras
que, al parecer, pertenecieron al fraile y conquistador Vicente de Valverde.
Pero la pieza más famosa del museo es una custodia de oro macizo e incalculable
valor de 1,2 m de altura, cubierta de rubíes, esmeraldas y, como poco, 1500
diamantes y 600 perlas. Si la sala que la alberga está cerrada, se puede pedir
que la abran para verla.
MUSEO HISTORICO REGIONAL
(Calle Garcilaso con heladeros; con boleto turístico;
hora: 8.00-17.00 ma-do) este electico museo se halla en la colonial casa
Garcilaso de la Vega, residencia del cronista hispano inca que yace enterrado
en la catedral. Su colección que exhibe en orden cronológico, empieza con
varias puntas de flecha de periodo precámbrico y sigue con piezas de cerámica y
joyería de las culturas Wuari, Pucara e Inca. También hay una momia Nazca, unos
cuantos tapices incas, varios adornos pequeños e oro y una maqueta a escala
algo siniestra de la Plaza de Armas. La grande y práctica tabla del patio
esboza la cronología y los personajes de la escuela cusqueñas.
MUSEO MINICIPAL DE ARTE CONTEMPORANEO
(Plaza de regocijo; con boleto turístico; hora:
9.00-18.00) la pequeña colección de arte andino contemporáneo que se expone en
el edificio municipal es para auténticos fans. El museo Quijote tiene una
colección mucho mejor, con un abanico representativo de artistas peruanos
contemporáneos información que sitúa el arte de su contexto histórico.
(Plaza San Francisco; hora: 6.30-8.00 y 17.30-20.00
lu-sa, 6.30-12.00 y 18.30-20.00 do) esta iglesia, más austera que otras de sus
hermanas cusqueñas, data de los ss. XVI Y XVII, es una de las pocas que no tuvo
que reconstruirse por competo tras el terremoto de 1650. Tiene una gran
colección de cuadros religiosos coloniales y un coro de cedro de talla
soberbia.
El contiguo museo (entrada 8 PEN; hora: 9.00-12.00 y
15.00-17.00 lu-vi, 9.00-12.00 sa) alberga el cuadro supuestamente más grande de
Sudamérica, que mide 9x12 m y muestra el árbol genealógico de San francisco de
Asís, fundador de la orden. También hay dos criptas de interés macabro, que no
están totalmente enterradas. Dentro hay huesos humanos, algunos colocados con
formas que recuerdan la naturaleza transitoria de la vida.
(Huatunrumiyoc esq. Herrajes; entrada 15 soles o con
boleto religioso; hora: 8.00-11.00 y 15.00-18.00 lu-sa) los cimientos de este
museo, en su origen el palacio de Inca Roca, se convirtieron en una majestuosa
residencia colonial y después en el palacio del arzobispo. La hermosa mansión
alberga hoy una colección de arte religioso importante por sus detalles de
época, en especial por su visión de la interacción de os pueblos nativos con
los conquistadores españoles.
Asimismo, se
observan algunos techos alicatados que se sustituyeron en la década de 1940.